PRESENTACIÓN
El proyecto
“Semillas para crecer en familia”, se dirige a
la prevención, promoción y fomento de un desarrollo evolutivo sano del grupo
familiar y de cada uno de sus miembros. Esta destinado a apoyar a la familia como grupo y a cada una de las
personas que integran el grupo familiar en el proceso de crianza de los más
pequeños (niños) y de orientar a los adultos (padres), como favorecer un desarrollo
saludable de sus hijos y el bienestar de todos.
Las
investigaciones nos han permitido conocer qué es lo que favorece el crecimiento
sano, y que pautas o funcionamientos lo distorsionan y lo dificultan.
La familia es el
grupo primario en el que se desenvuelve la vida de las personas adultas y de
los niños, y sigue siendo la base en la que nos construimos como personas,
crecemos y vivimos. El
nacimiento de la familia se produce cuando nace un hijo, con el hijo nace una
madre y un padre. Y todos son hijos de una pareja.
La pareja será el comienzo y punto de partida
de la construcción del grupo familiar y sus diferentes actores.
El estado de salud
de los padres y el modelo de crianza, son factores decisivos en el crecimiento
de los niños. Aprender el ejercicio de “ser
padres” y la Parentalidad Positiva responsable e informada, es un proceso
que necesita la participación de recursos y conocimientos de los que disponer,
e implica el poder darse cuenta como ha sido nuestro propio proceso de
crecimiento y las pautas familiares incorporadas. El comprender cómo son las
diferentes etapas por las que transita un niño en su desarrollo y cuáles son
sus peculiaridades y singularidad.
Y tener la
posibilidad de elegir qué
Modelo de Crianza estamos llevando a cabo, teniendo en cuenta que las
pautas se transmiten con nuestra manera de funcionar y comportarnos, con
nuestra forma de actuar, y con los lazos y vínculos que ponemos en marcha.
El tipo de Apego y Modelo Relacional,
van a ser la base sobre la que se va a asentar la personalidad y el crecimiento
de los niños, y por lo tanto la salud y el desarrollo personal en el presente y
el futuro de nuestra vida, y construirá la salud de las personas y de la
sociedad.
Consideramos que
son fundamentales las primeras etapas de crecimiento, desde el embarazo hasta
la adolescencia.
Este es un proyecto
de prevención y promoción de la salud familiar (física, psíquica y social) y el
bienestar social, e interviene en las dificultades que van apareciendo en el
crecimiento y la vida familiar.
A través del trabajo grupal con padres, con niños y padres y
niños, promueve un estilo de crianza basado en el apego seguro y un modelo
relacional donde se tiene en cuenta a cada persona y la relación que se
establece con el otro. Tratando de articular las necesidades del adulto y del
niño, con su personalidad y su manera específica de ser y de relacionarse,
teniendo en cuenta las diferentes etapas del desarrollo evolutivo. Favorecer el
crecimiento de los padres y los hijos, y se trata de interrumpir patrones de
relación (conscientes e inconscientes) que hemos aprendido en nuestro
propio proceso de crecimiento y que no son saludables.
Siguiendo la definición de Salud de la O.M.S, - la salud como estado de bienestar físico,
mental y social -, tratamos de prevenir la aparición de problemas de salud
en la infancia, la adolescencia y la vida adulta, y mejorar el bienestar de las
personas.
Los problemas de salud física, mental y social tienen múltiples
causas y múltiples factores cuando hacen su aparición. Consideramos que los
primeros años de vida y el modo de crianza son fundamentales en la construcción
de una vida saludable y satisfactoria.
El estilo de apego y el modelo relacional de los padres con el
niño en los primeros años de vida son determinantes para lograr un crecimiento
sano y un buen estado de salud a lo largo de todo el desarrollo evolutivo.
Puesto que la investigación ha demostrado que determinados estilos
de apego y de relación en estos primeros años de vida tienen mucho que ver en
la salud y el bienestar social de las personas, trabajar por este propósito y
brindar apoyo a las familias debería convertirse en una estrategia de promoción
de la salud física, mental y social que tiene un gran potencial comunitario ya que afecta a una gran proporción de la población.
La familia sigue siendo una institución fundamental en el
desarrollo personal, en la participación social de las personas y en el
desarrollo de la salud.
La familia como lugar de contención y seguridad, respeto, amor y
confianza, es la base de un desarrollo físico y psíquico sano y uno de los
activos de la riqueza social.
En la actualidad existen múltiples modelos familiares, y los modos
de vida actuales inciden en las dificultades de la familia para llevar a cabo
las funciones sociales que se le pide al grupo familiar, necesitando cada vez
mas apoyo, promoción, acompañamiento y espacios de contraste .
El estado de salud de los padres tiene una repercusión sobre los
modelos de apego y de relación en los hijos, por lo tanto sobre su salud y
desarrollo del niño.
En el ejercicio de ser padres, nos identificaremos con el modelo
familiar de origen de ser padres y madres del de nuestros padres, es decir, se
produce la transmisión de guiones que provienen de anteriores generaciones.
Generando un estilo de crianza que esta vinculado con los modelos recibidos en
su infancia, en los patrones de apego y relación, y formas de vinculación que
se vivieron en la propia infancia y se van transmitiendo de generación en
generación.
En los primeros años de la vida se originan
los patrones y pautas relacionales que posteriormente se van a desplegar en los
diferentes ámbitos personales, familiares, sociales, laborales, en definitiva
la relación con el entorno y los modos de interactuar y los modos de vida.
Poder transformar las pautas
intergeneracionales poco saludables y modificar los modelos de funcionamiento
que generan impactos nocivos sobre el medio, es nuestra aportación desde el
trabajo con el grupo familiar, con cada uno de sus miembros y de forma más específica
con el crecimiento saludable de los niños.
Que los niños incorporen referentes positivos
en relación consigo mismos, con los otros y con el medio más próximo, es la
base de un presente y un futuro más sano, equilibrado y constructivo.
Todo ello nos hace plantearnos a los
profesionales y a las instituciones el apoyo, la promoción y acompañamiento en
todo el ciclo vital si queremos una mayor salud de la población y que la
familia pueda seguir cumpliendo sus funciones, y sea un elemento clave en la transmisión
de valores y salud en nuestra sociedad.
NOS PROPONEMOS:
Abordar una necesidad no cubierta en la población; el acceso
público al aprendizaje de un estilo de crianza saludable. Tiene la perspectiva
de la crianza como un factor protector de la salud, y aborda la crianza desde
la Prevención, y no solo desde la Intervención compensadora, y esto no se
contempla hasta ahora a un nivel comunitario.
El encuadre teórico y la
metodología que empleamos es el Modelo Ecosistémico
Dinámico Relacional, dónde se tienen en cuenta las necesidades del niño, el
entorno en que vive y la interacción con los adultos cuidadores y, sus ritmos y
necesidades. Se
basa en el apego seguro y en una relación de aceptación y cuidado del otro en
sintonía con las necesidades y características individuales, con los ritmos y
los momentos de desarrollo evolutivo del niño y de los adultos.
Tiene en cuenta los factores de
riesgo de la crianza; la salud de los padres y la transmisión de los guiones
aprendidos y el entorno en que se desarrolla – Ecosistema- .
Por su metodología de trabajo:
El trabajo del Grupo Formativo para los
padres va más allá de compartir las propias experiencias o los llamados grupos
de apoyo. Como ya esta demostrado la experiencia de compartir los éxitos y las
dificultades, es saludable, aunque no cura los conflictos parentales ni
modifica los estilos de crianza que interfieren en el desarrollo sano de los
niños. Para poder modificar estas pautas relacionales y resolver los
conflictos, necesitamos desarrollar un proceso de comprensión y ser conscientes
de lo que nos pasa, y tener las herramientas para poderlas modificar.
Necesitamos comprender los procesos internos o intrapsíquicos y las pautas
relacionales. Esta tarea se puede abordar en un grupo formativo, diferentes a
los grupos terapéuticos o a la tarea de la psicoterapia.
El papel del coordinador brindará la
posibilidad de un nuevo modelo de relación, de transformar las pautas
aprendidas. Lo específico del grupo formativo será hacer conscientes los
estilos de crianza que se están llevando a cabo y comprender qué moviliza en
los adultos los procesos de crecimiento de los niños. Comprender las pautas
relacionales que hemos incorporado en nuestro proceso de crecimiento y tener la
posibilidad de modificarlas y aportar herramientas y recursos para enfrentar
las dificultades y conflictos del Crecimiento.
A QUIÉN VA DIRIGIDO:
Este proyecto va dirigido a
los padres y madres de niños de 0 a 16 años.
Este trabajo, realizado con padres y madres mejora su salud y
formación, y de manera especial beneficia la salud de los niños y favorece el
crecimiento y desarrollo evolutivo desde la gestación, el parto, la lactancia y
la crianza posterior (de forma más específica hasta los 16 años), porque son
los primeros años de desarrollo evolutivo las etapas más importantes para la
constitución del guión de vida, aunque sabemos que éste continua formándose
durante todo el ciclo vital.
Según los datos para la Comunidad de Cantabria existen: 86.995
familias con hijos menores.
· OBJETIVOS
GENERALES:
- Facilitar a
los padres un estilo de apego y un modelo relacional que promueva en el niño un
desarrollo evolutivo sano.
- Prevenir la
aparición en la infancia, la adolescencia y la edad adulta problemas de salud
físicos, psíquicos y sociales que puedan tener su origen en el estilo de
crianza de la infancia.
- Introducir
factores de corrección en las pautas relacionales y en los guiones incorporados
en el crecimiento personal.
·
OBJETIVOS
ESPECÍFICOS:
- Concienciar
y sensibilizar a los padres acerca del impacto que tienen sobre el crecimiento
sano de sus hijos e hijas: El estilo de apego y el tipo de vínculo que se
establece al inicio de la vida, y el estilo relacional familiar.
- Tomar
consciencia de las propias dificultades y conflictos en el apego y la
vinculación, en la propia historia infantil y la vida adulta, y cómo esto
afecta a nuestros hijos.
- Poder
resolver estas dificultades y conflictos internos y relacionales que puedan
interferir en la crianza de nuestros hijos, e interrumpir la transmisión entre
las diferentes generaciones de estos guiones de vida intergeneracionales no
saludables.
- Orientar en
la gestión de las propias necesidades y las de los niños.
- Apoyar en la
construcción de un modelo más saludable y satisfactorio del ejercicio de ser
padres y madres, el ejercicio de la “Parentalidad Positiva” y comprender las necesidades de los niños, y
las diferentes etapas del desarrollo, lo específico en cada una de estas
etapas.
PARENTALIDAD
POSITIVA
La Familia como unidad básica social cumple funciones económicas,
educativas, sociales y psicológicas fundamentales para el desarrollo de las
personas y su incorporación positiva a la vida social; de ahí que a la familia
se la identifique como la base de la sociedad.
Todos los agentes sociales, desde las
Instituciones públicas hasta la sociedad civil, los organismos, O.N.Gs,
Asociaciones, organizaciones, se necesitan para ayudar a las familias y a los
padres, madres y a los hijos e hijas a mejorar la calidad de la vida familiar y
ofrecer respaldo y apoyo, y participar de una buena salud familiar y
contribuir al desarrollo social.
El Comité de ministros del Consejo de Europa
en su recomendación sobre políticas de apoyo a la parentalidad postiva REC (2006)19 a los países miembros reconoce
la importancia de la responsabilidad parental y la necesidad de que los padres
y madres tengan suficientes apoyos para cumplir con sus responsabilidades en la
educación de sus hijos e hijas.
La Parentalidad Positiva: se define como el conjunto de conductas
parentales que procuran el bienestar de los niños y niñas y su desarrollo
integral desde una perspectiva de cuidado, afecto, protección, enriquecimiento
y seguridad personal, de no violencia, que proporciona reconocimiento personal
y pautas educativas, incluyendo el establecimiento de límites para promover su
completo desarrollo, llegando a tener un sentimiento de control de su propia
vida y pudiendo alcanzar los mejores logros tanto en el ámbito familiar como en
el académico, con los amigos y en el entorno social (Consejo de Europa sobre
Parentalidad Positiva).
El Gobierno Español se ha comprometido a
desarrollar e implementar las políticas necesarias de Protección a la Familia y
a la Infancia, tanto desde el Estado como desde las Comunidades Autónomas y
Corporaciones Locales, con acuerdos con la Federación Española de Municipios y
Provincias (FEMP), a fin de contribuir al logro de una Parentalidad positiva
que aboga por el bienestar y buenos tratos a la Infancia.
La Parentalidad positiva favorece la mejora
de relaciones paterno-filiales beneficiosas y la capacidad de desarrollo de la
infancia. Ejercer la Parentalidad Positiva significa respetar los derechos de
los niños y niñas y educarlos sin recurrir a la violencia; un comportamiento
respetuoso en el que el interés principal sean los niños/ñas y sus derechos
como prevé la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño
(C.D.N).
La CDN subraya que los padres y madres deben
recibir apoyo para ejercer sus responsabilidades hacia sus hijos/as. Los
progenitores deben ser capaces de proporcionar a sus hijos e hijas la atención
básica, es decir, cubrir sus necesidades físicas y proporcionarles atención,
alimentación, afecto, cobijo etc, y garantizar su seguridad, protegiendo a los
niños/niñas de cualquier daño dentro o fuera del hogar; garantizar la cobertura
de sus necesidades afectivas, estimular al niño y a la niña en sus estudios y
su desarrollo intelectual, fomentando así oportunidades sociales. Proporcionar
al niño/a un ambiente familiar estable que le permita mantener un vínculo de
afectividad seguro con sus principales cuidadores y cuidadoras, y proporcionar
orientación y límites, permitiendo al o la infante regular sus emociones y sus
comportamientos sin recurrir a métodos violentos.
La Parentalidad es una tarea evolutiva y
dinámica, basada en las experiencias de los padres y madres, y en las
necesidades y desarrollo evolutivo de los niños y niñas. No existe una única
forma de ejercer la Parentalidad, pero si se pueden aprender y mejorar las
competencias y habilidades de los padres y las madres para poder ejercerla de
manera positiva.
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